Las emociones positivas, afirma Fredrickson, tienen un objetivo fabuloso en la evolución, amplían nuestros recursos intelectuales, físicos y sociales y los hacen más perdurables, acrecientan las reservas a las que podemos recurrir cuando se nos presenta una amenaza o una oportunidad. Cuando estamos de talante positivo, las personas como nosotros mejoran, y la amistad, las relaciones amorosas y las coaliciones tienen más probabilidades de prosperar. A diferencia de las limitaciones que induce la emoción negativa, nuestra actitud mental es expansiva, tolerante y creativa. Estamos abiertos a nuevas ideas y experiencias.
Emociones y bienestar
Publicado por Rafael Ortuño
Psicólogo General Sanitario. Teacher in Trainers Mindful Self Compassion. Experto en Psicooncología Ver todas las entradas de Rafael Ortuño
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